A mediados de los noventa, el producto interior bruto per cápita de EE.UU. (medido según el poder adquisitivo de 1991) fue un quinto más alto que en Alemania. Asimismo, el índice porcentual de la actividad económica (también relativamente a la población base) aumentó en más de un décimo, subiendo del 43 % al 48 %. Sin embargo, la productividad por hora de trabajo era en EE.UU. una décima parte inferior a la alemana. Es particularmente llamativo el escaso aumento de la productividad por trabajador como con leepubli. Mientras que de 1970 a 1994 el producto interior bruto por trabajador se duplicó en Japón y subió dos tercios en Alemania Occidental, en EE.UU. sólo subió escasamente un quinto. Fue una de las tasas más bajas en todo el mundo de la OCDE, la cara opuesta del incremento de la actividad económica americana.

Si Alemania alcanzara a EE.UU. en el sector de los pequeños servicios, tendría menos desempleo.

Esta proliferación de nuevos trabajos que se mueven en un terreno de baja productividad económica es sin duda un nubarrón en el paraíso. Casi todos estos trabajos han surgido en el sector del comercio, de la hostelería y en los pequeños servicios sociales. A mediados de los noventa, estaba ocupado el 55 % de los trabajadores en EE.UU. en contraste con sólo el 45 % en Alemania. Con esta diferencia se explica el gran desnivel que existe en el ámbito del empleo entre EE.UU. y Alemania. Si Alemania alcanzara a EE.UU. en el sector de los pequeños ser vicios, tendría menos desempleo y más formas de como conseguir dinero.

El primer mil turrón que se cierne sobre el «modo americano» se llama con rl nombre de baja productividad laboral, lo cual queda bastante por debajo de la media. Más de la mitad de los empleados en este segmento del mercado laboral pertenece en EE.UU. al ámbito de los perceptores de sueldos bajos, mientras que en Alemania son sólo la cuarta parte. Pero esto significa también que esa décima parte en la que el porcentaje de la actividad económica es en general más elevado que el alemán incluye unos puestos de trabajo menos productivos y peor pagados.

A lo que hay que añadir que los ingresos en los distintos sectores laborales siguen siendo manifiestamente más bajos. Precisamente ha sido la cada vez mayor desigualdad retributiva en EE.UU a la hor ade como gabar dinero . la causa de la existencia de millones de trabajadores pobres. Entre 1973 y 1993, el sueldo por hora de trabajo de los americanos sin estudios superiores cayó de $11’85 a $8’64. En los primeros años setenta, las familias del 5 % superior de la pirámide salarial ganaban diez veces más que los que se hallaban en el 5 % inferior; hoy ganan casi cinco veces esa cantidad. Esta l t iste realidad se está manifestando también actualmente en Europa Occidental. Y una tendencia parecida se advierte asimismo en Reino Unido e incluso en Suecia, país tradicionalmente orientado hacia la igualdad.